10 ideas para un salón gris y blanco
La mezcla de colores neutros como el blanco y el gris en un salón puede dar como resultado espacios muy elegantes, sofisticados e incluso con cierto toque chic. Ya sea por querer crear un ambiente sereno y despejado, un espacio minimalista o quizá dejar vía libre para poder añadir posteriormente toques de color, la combinación de estos dos colores siempre es bienvenida. C continuación te mostramos 10 ideas para un salón gris y blanco.
- Jugar con las tonalidades
- Salón gris y blanco con detalles en madera y fibras naturales
- Salones en tonos grises y blancos con mucha luz
- Un salón gris y blanco con un toque de verde
- Un salón en diferentes tonos de blanco
- Un salón con paredes grises
- Un gris aún más potente
- Preparar el salón para más colores
Jugar con las tonalidades
Utilizar diferentes tonos de gris y blanco es una buena opción para crear un salón dinámico. Quedarnos con un único blanco y un único gris puede funcionar, pero dará como resultado una decoración más estática.
El siguiente es un claro ejemplo es perfecto para ver el resultado. Una sala en la que el blanco de las paredes y el sofá contrasta con los diferentes grises que podemos ver en los accesorios, que van desde las tonalidades más claras hasta llegar, en algunos casos, hasta el negro.
Salón gris y blanco con detalles en madera y fibras naturales
No podemos negar que tanto el gris como el blanco son colores que aportan cierta frialdad a las estancias. Quizá por ello son los más empleados en la decoración minimalista.
Si queremos contrarrestar esto, lo importante aquí es incluir detalles en madera o fibras naturales. Mesas de centro, troncos de madera, vigas de madera vistas o lámparas y alfombras de fibras naturales pueden ser los complementos perfectos para un salón gris y blanco.
Salones en tonos grises y blancos con mucha luz
Si hay algo que sabe hacer el blanco muy bien es potenciar la luz. En este salón gris y blanco podemos ver un ejemplo perfecto de cómo se reserva el uso del blanco para las paredes, techo y en las cortinas del gran ventanal.
Además, el gris que se emplea es un gris muy claro, algo que sigue potenciando esa iluminación natural y que, además, contrasta con otros colores más potentes como el negro.
Un salón gris y blanco con un toque de verde
Aquí vemos el mismo esquema que el salón anterior, en el que el blanco es el rey de la estancia y se contrasta con un sofá en gris, no demasiado fuerte. La ventana se puede apreciar como una gran fuente de luz que, además, aprovecha para ser el lugar ideal para colocar una gran planta verde.
Las plantas siempre animan cualquier rincón y este no no sería la excepción. Además, también se añaden pequeñas notas de madera en detalles como las patas del sofá y de la mesa de centro.
Un salón en diferentes tonos de blanco
Si bien es cierto que muchas veces pensamos que el blanco es simplemente blanco, para ser sinceros, existen diferentes tonos de blanco. Algunos de ellos se acercan incluso al gris.
En este salón podemos ver cómo los techos se han quedado en el blanco más puro, junto a la parte de la ventana y el radiador, mientras que el resto de las paredes se han pintado en un blanco perlado.
El gris del sofá y esas notas marrones que inspiran otoño, son la guinda del pastel.
Un salón con paredes grises
Este salón nos parece muy interesante por muchos motivos. Para empezar, porque se usa un gris mucho más subido de tono que en el resto de ejemplos que vimos antes y, además, se emplea en la pared.
No parece importar al equilibrio total de la sala dados los grandes ventanales. Aún así, lo que más nos gusta es esa alfombra de pelo largo en color blanco. Una alfombra que además de contrastar parece una gran nube.
Un gris aún más potente
Este ejemplo nos muestra un gris aún más potente que, además, no se limita a una única pared, sino que se extiende en todas ellas.
¿Cómo consigue no saturar? Dejando el sector de la ventana en blanco e incluyendo pinceladas de blancos y grises claros en sofá, mesa y jarrones.
Preparar el salón para más colores
Comentábamos al principio que el gris y el blanco pueden convertirse en un buen telón de fondo para añadir, posteriormente más colores. Lo bueno, es que con el tiempo podemos ir variando textiles, añadiendo láminas, cuadros y otros detalles decorativos añadiendo cualquier tonalidad de apoyo que queramos incluir.
Un salón blanco y gris con detalles en amarillo
Si buscas colores que combinan con gris, el amarillo o mostaza es uno de los que mejor lo hacen. Aquí puedes ver un claro ejemplo de lo bonito que puede quedar si decides añadir textiles amarillos a tu salón gris y blanco.
Salón gris y blanco con notas de azul
El azul es otro que puede venirle muy bien a un salón con paredes blancas y sofá gris. Si puedes jugar con diferentes tonalidades de azul, mucho mejor.
También puede interesarte leer: Cómo combinar un sofá gris.
Salón blanco, gris y rosa
Por último, otra buena opción es la de incluir rosa en un salón gris y blanco. Y es que, si estás buscando algún color que combine con rosa, tanto el blanco como el gris van perfecto, por lo que el éxito es asegurado.
¿Qué te han parecido estas propuestas? Esperamos que estas ideas para salones en tonos grises y blancos te sirvan de inspiración... ¡Gracias por leernos!
Imágenes vía: mydomaine.com, thespruce.com, cocolapinedesign.com, micasarevista.com, catesthill.com, planreforma.com
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