Las ventanas en la cocina

A la hora de la distribución de una cocina, mucha gente tiene miedo de colocar la ventana encima del fregadero. Es un miedo poco infundado, pues lo cierto es que la mayoría de especialistas en reformas y decoración, encontrarán precisamente en ese lugar, el rincón ideal para colocar la ventana en la cocina.

Hay quien defiende que al ponerla encima del fregadero, resta espacio para escurrir los platos y demás menaje. Esto es totalmente falso. Si queremos contar con un escurridor, podemos colocarlo perfectamente junto al fregadero, la ventana está en la pared, no en la bancada.

Además, hay que destacar que colocar la ventana en la zona de aguas, dará muchísima luz a ese rincón en el que pasamos tiempo fregando. No hay nada más agradable que realizar una tarea tan mecánica, y en ocasiones aburrida, que observando el paisaje. Aunque este paisaje sólo sea un patio interior.

Evidentemente existen otras paredes en la cocina susceptibles de ser usadas como ventanas. No obstante, y como podemos ver en las imágenes, contar con una encima del fregadero, confiere un encanto especial a esta estancia de nuestro hogar.

Lo ideal es que si la colocamos aquí, la ventana tenga el mismo ancho que la pila. Por tanto, si contamos con un fregadero de dos senos, nuestra ventana también deberá ser doble. Esto es debido al equilibrio visual. Si pusiéramos una ventana demasiado pequeña o demasiado grande, esta preciosa unión no tendría el mismo resultado decorativo; y es que si observamos bien, esta ventana no solo aporta paisajes y luz a una cocina, también es parte integrante de la decoración.

Podemos aprovechar para colocar alguna planta o un jarrón con flores. Por un lado estará cerca del grifo para que la reguemos o cambiemos el agua, por otro, contará con la luz del sol para seguir creciendo y mostrando sus colores.