10 ideas de dormitorios para niñas

Decorar la habitación de una niña no es siempre un camino de rosas; y es que intentar crear algo diferente que no caiga en los convencionalismos del rosa, es bastante difícil. Te damos una serie de ideas para que puedas idear tu propia estrategia decorativa.

Por ejemplo, tenemos esta habitación en la que se ha jugado perfectamente con tonos como el rosa pero sin saturar. Lo encontramos en determinados elementos, como la alfombra o algunas de las mariposas que hay en el estor y el dosel. No obstante, los colores predominantes son crema y el azul. Sin duda una combinación ideal que además queda francamente bien con esa cama y la moldura de la ventana en blanco.

En esta opción se ha mezclado sin ningún miedo el rosa con tonalidades verdes. Se ha optado por colocar un buen ramillete de flores en la pared, haciendo ver que estos colores pueden ser de lo más complementarios. Cama con textil verde y un mobiliario blanco, pero con cierto reflejo verdoso, contrastan con el rosa fucsia de los cojines y de algún que otro elemento decorativo de la estancia. Sin duda, una combinación bien jugada.

En esta ocasión se ha intentado combinar el rosa con el naranja al mismo tiempo que se introduce mobiliario de madera. La madera da muchísima más calidez a esta estancia, y teniendo en cuenta que el resto de las paredes son blancas, lo cierto es que no da sensación de oscuridad.

En este ejemplo se ha usado el rosa, sí. Quizá más que otro color, sí. Pero fijémonos como los muebles en blanco decapado y las paredes y el dosel blancos, así como la cortina en blanco, rosa y verde, resta protagonismo a este color, que por otra parte se presenta en un fucsia juguetón, de esos que dan vida.

Este ejemplo nos encanta. Una habitación completamente blanca en la que el hilo conductor lo marca el turquesa y el gris. Pequeñas notas de color como el morado y el rosa aparecen tímidamente, pero sin duda alguna la fuerza de la estancia es una aleación entre el poder iluminador del blanco y la frescura que aporta el turquesa. Interesante resaltar parte del cabezal en la que se ha incorporado una estantería para que la niña pueda tener sus libros a mano.

Este es otro precioso ejemplo de cómo podemos mezclar sin problemas tonos como el azul, el blanco y el rosa. Además, también han usado sin miedo una combinación floral junto a un elemento propio del animal print como la alfombra de cebra. Sin duda una habitación con muchísima personalidad en la que uno de los elementos más destacables, aunque no lo parezca, sea quizá esa gran lámpara de estilo vintage.

En esta habitación se mezclan varios factores que nos han encantado. Para empezar, techo blanco, sí, pero con talla. Notaremos como la misma se asemeja al efecto de los tablones de madera. Asimismo, también han usado un mobiliario blanco. No obstante, como cuentan con una ventana tan grande, ideal para colocar un escritorio, se ha optado por usar un papel de pared lleno de flores, que es lo que le da vida a la habitación.

En este ejemplo el arcoíris más variado se dispone ante nuestros ojos. No importa cuántos colores usemos, siempre que el blanco sea predominante y el resto, como en este caso, sean alegres y uniformes.

Esta habitación abuhardillada ha sabido adaptarse a la perfección. Paredes blancas llenas de banderines, un recurso decorativo bastante antiguo pero muy vigente en la actualidad. Muebles de colores y una única pared resaltando entre las demás, eso sí, con una gran ventana para que la sensación de amplitud sea mayor.

Finalmente tenemos este ejemplo en el que blanco, lo que se dice blanco, no se usa. Uso de negro, casi gris, con colores pastel. madera para el suelo, pero un tono que roza también el grisáceo. El contraste con el textil, rosas, naranjas, azules y verdes. Todos ellos presentados en un tono pastel de lo más adorable.

Esperamos que alguna de estas ideas te sirva de inspiración. Si te ha gustado el artículo nos encantaría que lo compartieses en tus redes sociales. Además puedes seguirnos en Pinterest y Facebook!