Color en el fondo de armario
En alguna otra ocasión os he hablado del interior de un armario. Concretamente de cómo forrar el interior de un armario con papel pintado, una solución ideal cuando contamos con algunos de estos elementos antiguos y de obra. No obstante, quiero incidir hoy en el tema añadiendo que no es la única forma de personalizar nuestro fondo de armario, ni mucho menos.
Para empezar, debemos saber que, generalizando mucho, existen dos tipos de armario. Por un lado tendríamos los antiguos, de obra siempre, que contaban con un interior de pared. Estos armarios son ideales para forrar con papel, como ya os conté. Pero también son ideales para ser pintados por dentro. Lejos de lo que podamos pensar es menos costoso que hacerlo con papel pintado. Además, si es una casa vieja, no hay que olvidarse de que la pintura es capaz de acabar de una sola vez con todos los olores a viejo y humedad que tanto molestan de estos rincones.
Lo mejor es que podremos elegir la pintura que queramos, y si se nos da bien, incluso dejar volar nuestra imaginación plasmando nuestro arte en la pared.
Otro tipo de armarios, son los modernos que se colocan en la actualidad. Estos armarios empotrados suelen hacerse con interiores revestidos de melamina. Lo bueno de ésto es que en la mayoría de los comercios nos darán la posibilidad de escoger el color del interior, igual que el del frontal.
Es justamente ahí dónde la cosa se pone interesante. Podemos realizar casi cualquier combinación que nos apetezca, pues los acabados en melamina son bastante versátiles en cuanto al color (últimamente hasta en la textura). ¿Os imagináis por ejemplo un armario con frontal blanco y cristal cuyo interior sea morado o rojo? Además, con la opción de vestidores también pasa lo mismo, pues podemos mezclar los colores de las baldas del interior.
Cualquiera de las tres opciones puede resultar buena. Lo interesante es intentar jugar con el fondo del armario para acabar con los aburridos colores uniformes que no dicen nada.
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