Cómo aislar térmicamente las paredes de tu casa
Ahorrar en la factura eléctrica y conseguir una habitabilidad óptima son los dos objetivos de la arquitectura moderna. Una de las formas de lograr este objetivo es realizar un buen aislamiento térmico.
El Decreto Legislativo 192/2005 y las medidas posteriores han dado lugar en Italia a una normativa para limitar el consumo y reducir el impacto ambiental de nuestras viviendas. Esta ley establece requisitos mínimos para la eficiencia energética de los edificios y la transmitancia térmica de los elementos constructivos, como ventanas, paredes, tejados y suelos.
Entre las diversas intervenciones indicadas como útiles para hacer que un edificio sea eficiente, no falta el aislamiento térmico. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo llevar a cabo un buen aislamiento térmico? ¡Te lo contamos a continuación!
Aislar las ventanas
Las ventanas son las zonas más débiles de la casa, por lo que es importante aislar bien los perfiles y las juntas, así como instalar doble o triple acristalamiento.
Esto evitará tanto que los vientos se abran paso hacia el interior de la casa, provocando esas molestas corrientes de aire frío en invierno, como que el aire frío del aire acondicionado se disperse hacia el exterior de la casa en verano.
El doble acristalamiento no sólo es una garantía de durabilidad y seguridad, sino que también permite que las temperaturas exteriores no penetren en el interior de la vivienda, manteniendo el microclima constante y agradable.
Aislar las paredes
Además de ventanas y puertas, las paredes de toda la casa también necesitan aislamiento térmico para conseguir un microclima perfecto y no gastar demasiado en gas y electricidad.
Para realizar un buen aislamiento térmico de las paredes, hay que seguir unos pasos básicos:
- En primer lugar, conviene identificar las zonas de las paredes que presentan mayores pérdidas de calor y necesitan aislamiento.
- A continuación, es necesario elegir el material con el que realizar la intervención. Existen diversos materiales adecuados para el aislamiento térmico de las paredes, como la lana de roca, la lana de vidrio, el poliestireno o la fibra de madera, entre otros. Hay que comparar la calidad, el precio y la facilidad de instalación. Sobre todo, conviene elegir un material sostenible, capaz de proporcionar a la vivienda un confort óptimo sin tener un impacto negativo en el medio ambiente.
- Por último se podrá empezar la obra, primero preparando las paredes, luego aplicando una o dos capas de material, según las necesidades, y por último encargándose del acabado.
La elección de los materiales es probablemente el paso más importante en este proceso: puede tener un impacto significativo en el confort y la calidad de vida en el interior de la vivienda.
Un buen aislamiento térmico ayuda a mantener la temperatura interior constante y cómoda, reduciendo los costes de calefacción y refrigeración, pero también reduce las pérdidas de calor y aumenta la eficiencia energética de la casa, reduciendo las emisiones de CO2 y ayudando a proteger el medio ambiente.
La elección de materiales ecológicos como el corcho, la perlita y la piedra pómez permite un aislamiento térmico óptimo, gracias a su alta porosidad que permite incorporar aire y retenerlo en las cavidades y alvéolos de su estructura celular.
Además, estos materiales son fáciles de eliminar y reciclar, lo que puede contribuir a mejorar nuestro planeta.
Realizar un buen aislamiento térmico, como dice Diasen, tiene muchas ventajas, no sólo es bueno para tu familia y tu bienestar, sino también para el planeta. Así que sigue nuestros consejos y confía en empresas que realicen trabajos de aislamiento térmico sostenibles y eficaces.
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