Consejos para elegir el mejor colchón
Antes que nada cabe aclarar que no existen colchones y malos, es decir, cada persona es un mundo, y para cada una hay un colchón que se adapta a sus necesidades. Al mismo tiempo, existe una creencia de que un colchón es mejor que otro solo por ser más costoso, y esto no es necesariamente así.
Esto sucede con IKEA, por ejemplo, quienes en los últimos años ha renovado completamente su surtido de colchones, buscando adaptarse al gusto del consumidor español, agregando medidas españolas en todos sus modelos (80×190 cm, 90×190 cm, 135×190 cm, 150x190cm). Lo interesante es el precio final que ofrece IKEA, mucho más económico que otros, y esto se debe al esfuerzo que la compañía hace por ahorrar costos en todas las etapas, desde su fabricación hasta el transporte, sumado a que su producción es mundial y no tienen intermediarios.
Entonces, volviendo al tema principal: ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar un colchón nuevo? A continuación te ofrecemos algunos puntos a tener en cuenta:
Prueba antes de comprar
Antes de irnos de la tienda con nuestro nuevo colchón es importante probarlo, y no nos referimos a solo sentarnos en él, sino a tumbarnos y probar varias posiciones. Un buen tip es pasar una mano entre la zona lumbar y el colchón, si la mano entra con mucha holgura puede que necesitemos un colchón menos rígido. Si se trata de una pareja, lo ideal sería que las dos personas hicieran lo mismo. Puede que al hacer este tipo de pruebas se llegue a la conclusión de que la solución sea comprar dos colchones de diferentes características y usarlos unidos.
Ten en cuenta la firmeza del colchón
No debemos confundir firmeza con blando o duro. La firmeza de un colchón hace referencia a la estabilidad que nos proporciona cuando estamos tumbados sobre él. Un colchón firme no tiene por qué ser duro, por el contrario podemos encontrar colchones blandos y firmes al mismo tiempo. Lo ideal es que el colchón reparta el peso de manera adecuada, siendo lo suficientemente firme para sostener el cuerpo, pero sin llegar al punto de resultar incómodo.
Cuidemos nuestra columna vertebral
Si hay algo que nos sostiene en pie es la columna vertebral. Tener problemas de columna es sabido que deteriora la calidad de vida de las personas. Es por ello que a la hora de elegir un colchón debemos observar que este respete la curvatura natural de la columna vertebral, esto debes medirlo tumbado boca arriba. En este punto debemos olvidar esa idea que se viene escuchando en los últimos años de que un colchón duro es siempre lo mejor para la espalda. Pues no, lo cierto es que la dureza o firmeza de un colchón es una cuestión de gusto o preferencia.
Colchones duros y blandos, encuentra el equilibrio
Los pros y contras de los colchones duros y los blandos son varias, y como siempre se trata de una cuestión de gustos. Pero podemos decir que en el caso de los colchones duros generalmente no se adaptan muy bien al cuerpo, esto permite una mejor aireación, pero al mismo tiempo esto hace que el peso del cuerpo no se distribuya de forma pareja en todo el colchón.
En el caso de los colchones muy blandos el cuerpo tiende a hundirse, lo cuál seguramente afecte a nuestra columna vertebral. Además debemos agregar que cuando la superficie es demasiado blanda la sensación de calor probablemente aumente, pues no circula mucho aire.
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