Decorar los espacios con los retratos a lápiz de David Aroca

Los cuadros forman parte de la decoración de interiores. Sin ellos, las paredes se verían sumamente desnudas y monótonas. No se constituyen sólo como un elemento ornamental más, sino que también son un instrumento potente a la hora de evocar recuerdos y suscitar emociones.

Decorar los espacios con los retratos a lápiz de David Aroca

Esto último es precisamente lo que sucede con los retratos a lápiz realizados por David Aroca, un artista vocacional que, en cada uno de sus proyectos, se enfrenta al reto de transmitir la personalidad del retratado a través de su apariencia física.

Al utilizar el grafito como técnica artística, sus dibujos encajan en cualquier espacio. Esto se debe fundamentalmente al estilo realista de los retratos que efectúa y a la gama de grises que resulta de la aplicación del grafito.

De esta forma, sus retratos a lápiz combinan con la estancia independientemente de las texturas, colores y formas presentes en ellas.

Por tanto, son muchos los lugares donde pueden colocarse sus retratos realistas a lápiz.

En función del retratado, es posible ubicarlos en librerías (retratos de escritores célebres), cines (donde encajaría muy bien el retrato de Robert De Niro hecho por David), gimnasios (con el rostro de deportistas como Rafa Nadal), empresas (con los retratos de sus trabajadores) y, por descontado, en los propios hogares.

En estos últimos espacios pueden crearse auténticas galerías de arte formadas por los rostros de familiares, amigos y mascotas.

A continuación, analizamos cómo pueden los retratos que realiza este artista del lápiz mejorar el aspecto estético de los espacios que queremos decorar.

Índice
  1. Retratos para enmarcar
  2. El retrato se ajustará a las dimensiones de la estancia

Retratos para enmarcar

Los retratos que realiza David Aroca pueden personalizarse. Para ello, el cliente ha de proporcionar una fotografía a partir de la cual se completaría el encargo.

A fin de lograr un buen resultado final, la comunicación con la persona interesada se realiza telemáticamente y de forma cercana.

Como los materiales utilizados son de buena calidad, la durabilidad en el tiempo del retrato final queda garantizada.

Una vez recibido el pedido en un plazo medio de una a dos semanas, la persona podrá enmarcar el retrato y prepararlo o no para regalo.

Así pues, el retrato puede ser un buen obsequio, por ejemplo, para quien estrena casa o para quien entra a trabajar a un nuevo despacho y necesita algo que colgar en sus paredes.

El color del marco, el material con el que éste se ha fabricado, las molduras que decoran su superficie y el estilo dependerán fundamentalmente de aspectos como: la gama de colores predominante en la estancia, el estilo del mobiliario (contemporáneo, vintage, minimalista...) y otros cuadros enmarcados ya colgados en las paredes.

En el caso de los retratos a lápiz de David Aroca, resultan especialmente adecuados los marcos con paspartú.

El paspartú resalta el retrato a lápiz

Tal y como indica el diccionario de la RAE, el término paspartú procede del francés y significa orla de cartón o tela que se ubica entre el marco del cuadro y un dibujo, pintura, fotografía, etc.

Al poner paspartú, la vista de quien contemple el retrato realista a lápiz se dirigirá directamente al dibujo. Actualmente, se fabrican paspartús en diversos colores.

Lo ideal es escoger aquel que mejor combina con el marco y la estancia, y que no roba en ningún momento protagonismo al retrato a lápiz. A fin de cuentas, la finalidad del paspartú es resaltar aquello a lo que rodea: en este caso, el dibujo a grafito.

Por otro lado, es importante estar seguros de las medidas del paspartú y de que encaja con las dimensiones del marco y del dibujo, lo que nos lleva a hablar de la importancia de seleccionar el tamaño de retrato más adecuado, que habrá de ser proporcional al área donde irá finalmente ubicado.

El retrato se ajustará a las dimensiones de la estancia

Es conveniente que el retrato encaje con el espacio donde irá colocado. En función de su tamaño, y del número de personas que aparecen en él, el precio varía.

David Aroca los realiza en A4 y A3. Respectivamente, las medidas son: 21 x 29,7 cm y 29,7 x 42 cm. En caso de querer un retrato en tamaño A3, es posible solicitar que aparezcan dos personas y no sólo una, como sucede obligatoriamente en el retrato en A4.

También es importante valorar qué encuadre de la persona creemos que encajará mejor con las pretensiones que tenemos para la estancia.

Así pues, en el retrato de una persona en A4 y en el de A3 (cuando es para dos personas), el retratado sale de hombros para arriba. En cambio, en el de una persona en tamaño A3, aparece de la cintura en adelante.

Retratos de calidad para espacios refinados

La persona que invierte su dinero en un retrato a lápiz pretende que el retrato dure lo máximo posible; puede que incluso más que la casa, oficina, tienda... donde tiene pensado colgarlo.

Algo positivo de los retratos a lápiz es que, al contrario que los espacios físicos, pueden cambiarse fácilmente de lugar, con lo que modificar constantemente la decoración o la disposición de los muebles no supone problema alguno.

Para que sus retratos se preserven lo mejor posible y durante largo tiempo, David Aroca los realiza sobre papel Canson de 130g/m².

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