Encantadores salones en tonos neutros

A la hora de decorar nuestro salón podemos emplear colores neutros, pues es una opción bastante interesante ¿por qué? Por muchos motivos, para empezar por la gran calidez que podemos conseguir con tonos como el beige o la frescura y amplitud que ganaremos con el blanco.

Si pintamos nuestras paredes con colores neutros, podremos posteriormente incluir otros tonos en mobiliario, paredes sueltas o incluso en el textil, algo que dará muchísimo dinamismo a nuestro salón.

Si pintamos nuestro salón de un color demasiado fuerte, podemos hacer que las paredes se hagan más pequeñas. Pero si optamos por colores neutros, estaremos trabajando en un efecto visual que agrande el espacio. Así, colores como el blanco, gris claro o incluso un tierra bajado de tono, lograrán este tipo de efectos.

Podemos optar por otros colores y añadir los tonos neutros en el mobiliario, como el sofá o la mesa. De esta forma, aunque nuestras paredes tengan un color más llamativo, los muebles contrarrestarán y aligerarán el conjunto. No obstante, tener en cuenta que los sofás claros son mucho más delicados que los sofás de otro tonos más oscuro.

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En cortinas, aunque podemos escoger entre un gran abanico de opciones, las más claras son las que mejor permiten el paso de la luz. Tener luz natural es importante, ya que gracias a ella las estancias van a parecer mucho más amplias.

Asimismo, en las alfombras, aunque un toque de color vivo siempre es bienvenido, si la superficie a cubrir es grande, siempre es más recomendable optar por colores neutros, por ejemplo el gris o el blanco roto. Debemos tener en cuenta lo mismo que con los sofás, que estos colores son menos sufridos y su mantenimiento es mayor.