Escoge tu rincón de lectura
Un buen lector sabe que escoger un rincón de lectura es casi más complicado que encontrar el libro perfecto; y es que por mucho que preparemos un lugar para esta actividad, si antes no hemos probado leer ahí nunca sabremos si es el adecuado. En el mejor de los casos nos transmitirá paz y lograremos usarlo. En otros casos sencillamente terminaremos leyendo en cualquier otro lugar de la casa como la cama. Por esto es imprescindible dejar que nuestro cuerpo hable, y ubicar el rincón adecuado con calma.
Una vez encontremos ese sector de la casa que nos transmite la paz suficiente para meternos en una novela, debemos elegir qué tipo de rincón de lectura queremos; y es que hay un sinfín de opciones diferentes.
Podemos optar por lo sencillo, un cómodo sofá individual provisto de una manta calentita y una mesita auxiliar para colocar una lámpara que nos proporcione luz en las horas más oscuras.
Muchos gustan de los lugares escondidos. Rincones ocultos que son capaces de transportarnos de una forma más rápida a otros mundos y universos. Para este caso, son ideales esos rincones que encontramos entre estanterías, bajo ventanas, en buhardillas, bajo las escaleras etc. No es necesario comprar un sillón, seguramente con un montón de acolchados almohadones y la luz necesaria para alumbrarnos, será más que suficiente.
Hay quien no sólo quiere un rinconcito de lectura. Los hay quienes prefieren ocupar toda una habitación; y es que no hay nada más atractivo para un ávido lector, que una biblioteca. Las hay de todos los colores y tamaños. Además, no podemos negar que decorativamente hablando, este tipo de estancias dan un valor añadido a nuestro hogar.
Por último, para todos aquellos amantes de la naturaleza que además cuenten con un jardín o terraza, pueden intentar adaptar este espacio a su rincón de lectura. Como en los casos anteriores, podemos optar por una estructura ya creada, a base de un sofá individual cómodo, o bien creando nuestra pequeña zona chill out llena de cojines y colores, ideal para las tardes de primavera y verano.
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