Estilo clásico contemporáneo
El estilo clásico actual o clásico contemporáneo es un tipo de decoración bastante interesante. Es conservador, formal y no está sujeto a corrientes de la moda, encontrando un equilibrio perfecto sin abusar de los contrastes.
Los colores más usados en este tipo de decoración son los colores crema, los verdes y grises e incluso los tonos amarillos. Lo importante es que estas tonalidades, tanto en paredes y suelos como en textiles y muebles, no sean nada llamativos.
En cuanto a los materiales, podemos usar algunos más clásicos como el mármol, bronce e incluso la madera vieja (nogal caoba o cerezo), todos ellos mezclados con otros materiales más modernos como el hierro forjado o el acero.
Los muebles resaltan por ser piezas contemporáneas basadas en líneas y formas más clásicas. De esta forma, aunque a primera vista nos sorprenderán las estancias por su valor clásico, con una segunda mirada podremos percibir que la modernidad está presente en cada uno de estos objetos, normalmente conseguida a través de los materiales usados así como en la funcionalidad de todos estos, ideales para la vida actual.
Podemos decir que este tipo de decoración es bastante sofisticada y quedará igual de bien si lo aplicamos en estancias de una casa restaurada, de nueva obra, urbana o rural. Lo importante es basarse en principios como la armonía, claridad e imaginación, cualidades esenciales del pasado clásico. Además, otro punto importante es al atemporalidad. Cada objeto que queremos introducir en estas estancias debe ser considerado atemporal, consiguiendo que la atmósfera general pueda usarse tanto ahora como dentro de 10 años.
Tras la elección del mobiliario, no podemos olvidarnos de elementos decorativos como las plantas, los cuadros, esculturas o incluso el revestimiento de las columnas. Todos estos elementos pueden amoldarse a este estilo clásico contemporáneo. No obstante, debemos saber que en este tipo de decoración menos es más, sin llegar al minimalismo, evidentemente. Así pues, debemos esforzarnos por encontrar objetos decorativos que tengan un gran impacto visual pero sin recargar demasiado la estancia.
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