Otomanas: un mueble imprescindible
Hay muebles de diseño sencillo pero que son capaces de cumplir muchas funciones. Entre éstos se encuentra la otomana, cuyo concepto no podría ser más simple: un taburete más o menos bajo, de cuatro patas que puede tener un compartimiento para almacenar cosas. En casi todos los hogares puedes encontrar una, y se consiguen prácticamente en cualquier material y diseño; por lo que encaja perfectamente en cualquier decoración. Si no tienes una, quedarás con ganas de adquirirla, pues las otomanas son un mueble imprescindible gracias a sus múltiples usos.
Las otomanas son los reposa pies por excelencia. La mayoría de las personas prefiere estirar las piernas al sentarse, ya sea para leer un libro, ver la televisión o simplemente dormir la siesta, mantener las piernas elevadas ayuda a reducir el estrés del corazón y facilita el bombeo de sangre en las piernas, proporcionando un alivio inmediato. Las otomanas son firmes y capaces de soportar de forma estable el peso de los pies, pero también son mullidas y cómodas.
Así mismo, las otomanas pueden ser utilizadas como asientos auxiliares. Probablemente no sean tan cómodas como una silla, pero son una excelente alternativa cuando recibes gente en casa y necesitas proporcionarles donde sentarse. Al ser bajas, puedes guardarlas con comodidad debajo de una mesa con rapidez, en caso de que necesites el espacio extra.
Las otomanas hacen unas magníficas mesas de café auxiliares. Suelen ser más bajas que los muebles y tienen la estabilidad suficiente para ser usadas con este fin. De hecho, hay quienes las utilizan como mesas de centro y aprovechan para combinar su color y tapicería con el resto de la decoración, además si tienen un estante en la parte inferior, pueden usarse para almacenar revistas y libros. En efecto, hay algunos modelos que tienen espacio de almacenamiento. Estas otomanas parecen una caja tapizada y uno de sus lados tiene una puerta, que descubre un lugar donde puedes organizar lo que necesites. Como si fuera poco, también puedes aprovechar los diversos estampados, formas, texturas y materiales para hacer de la otomana una pieza decorativa más.
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Me encanta la mesa ratona pomposa, que buenas ideas y tal vez con un poco de tela y costura nada difíciles de aplicar!