Piedra en paredes

Las paredes de piedra siguen siendo, a día de hoy, una de las apuestas más recurrentes en decoración de interiores. Motivos no faltan. Estéticamente es un recurso que puede adaptarse a cualquier tipo de decoración. Eso, sumado a su resistencia y su fácil mantenimiento, sin duda convence.

Te mostramos algunos lugares donde puedes colocar piedra. Desde recibidores hasta baños. Cualquier espacio de la casa puede verse beneficiado por este estupendo material que, a pesar de lo que muchos creen, no es solamente propio de las decoraciones rústicas.

Piedra en el recibidor

Los recibidores cálidos siempre son interesantes. Hay que tener en cuenta que este sector es la carta de presentación del resto de la casa. Se trata del inicio del recorrido, el lugar en el que tanto nosotros como nuestros invitados verán nada más cruzar la puerta. Por este motivo, usar piedra aquí, puede ser una buena opción; y es que este material crea ambientes cálidos, sobre todo si usamos, junto a nuestras paredes, muebles de madera.

Piedra en el salón

Si bien es cierto que nuestro recibidor puede ser más limitado en cuanto espacio, en un salón o comedor, al tratarse de un espacio más amplio, nos permitirá jugar más con la piedra. Podemos emplearla en una única pared, acompañando el resto con colores neutros, para darle más protagonismo o bien ceñirnos a partes más pequeñas, como por ejemplo un rincón para leer o enmarcando, en el caso de tener una, la zona de la chimenea.

Piedra en la cocina

Para hablar de la piedra en la cocina, deberíamos hacer un alto en el camino para comentar que, si bien es cierto que este material se asocia generalmente a los espacios más rústicos, no hay problema alguno en mezclarlo con otros elementos más modernos. En la cocina podemos ver un claro ejemplo; y es que los muebles modernos, tanto en blanco como en otros materiales, parecen llevarse de lo lindo con este tipo de revestimiento de paredes. Como en el caso del salón, puedes optar por colocar piedra en una pared entera o bien delimitar zonas. Ahora bien, tal vez lo mejor sea colocar la piedra en la pared que no tenga contacto con la zona de fuegos, recordemos que la cocina puede ser un lugar con bastante grasa en el ambiente, y aunque la piedra se limpia, evitarla detrás de las hornallas puede evitarnos dolores de cabeza.

Piedra en los baños

Si eres amante de los baños con piedra puedes usarla sin problemas. No obstante, dependiendo de la amplitud e iluminación de tu cuarto de baño, será más o menos recomendable. En el caso de los baños pequeños, quizá sea interesante acompañar esta piedra con revestimientos blancos en paredes y suelos, así como una mampara de cristal para poder aligerar el conjunto

Opciones alternativas a la piedra

El único inconveniente que encontramos en la piedra quizá sea su precio, tanto del material como de la colocación. No obstante, hay opciones. Por ejemplo, puedes encontrar en el mercado papeles pintados o fotomurales que imitan este material.

Son más sencillos de instalar y su precio es considerablemente más bajo. Además, también es posible encontrar placas decorativas que también imitan la piedra. Como vemos, existen soluciones para todos los bolsillos.