Porcelanatos: qué son, modelos y elección
El porcelanato o gres porcelánico es uno de los tipos de baldosas cerámicas más colocados en la actualidad. El motivo es que cuenta con unas prestaciones excelentes tanto para el interior como para el exterior de la vivienda. Un tipo de piso que posee, además, una gran gama de modelos, colores y texturas que podrán adaptarse a cualquier tipo de decoración. A continuación te contaremos qué es el porcelanato y cuáles son sus principales modelos.
¿Qué es el porcelanato?
El porcelanato encuentra su origen en la industria ceramista italiana, concretamente en la década de los años 80. Fue en ese momento cuando los avances tecnológicos permitieron una cocción de materias a temperaturas altas que llegaban a los 1.200ºC.
Fabricado en una sola cocción, el porcelanato cuenta con una absorción prácticamente nula de agua. En cualquier pieza debe ser de un máximo del 0,5%, no obstante, en la actualidad podemos encontrarnos modelos que llegan a absorciones incluso inferiores muy cercanas al 0%. Esto hace que el porcelanato sea un material que puede colocarse en climas extremos a diferencia de otro tipo de materiales.
Otra de sus características es que estamos ante un material realmente duro y con una excelente resistencia a la abrasión.
Por último, hay que hablar de su fácil mantenimiento. Sólo se necesita agua y productos no específicos para limpiar pisos para que luzca como el primer día.
Modelos de porcelanato
Aunque podemos decir que el origen es básicamente el mismo para todos los porcelánicos o porcelanatos del mercado, no todos son iguales. La principal diferencia está en los métodos de fabricación: extrusión y prensado. Por norma general, las piezas creadas por prensado son las más comunes; y es que es este tipo de baldosas las que pueden tener diferentes texturas que cada vez se asemejan más a otros materiales como la madera, el mármol, la pizarra o el cemento.
Al marcen de esto, también podemos encontrar otras diferencias entre modelos que deberíamos tener en cuenta para elegir.
El cuerpo del porcelanato
El cuerpo de la baldosa también nos da diferentes tipologías. Por un lado tenemos las baldosas de masa simple. Están compuestas por la misma mezcla de materia prima. Por tanto, su comportamiento es el mismo en todo su espesor.
Por otro lado están las de doble carga. Estas baldosas se dividen en dos partes, la primera es la más gruesa. La segunda es la de menor espesor pero es la que le da mayor dureza y resistencia, especialmente al tránsito.
Pisos rectificados o no rectificados
Estos dos términos también hay que tenerlos en cuenta. Hacen referencia al acabado de los cantos de la baldosa. Las rectificadas nos dan la tranquilidad de que, mientras pertenezcan al mismo modelo y calibre, todas las piezas tendrán el mismo formato. Eso hará que la instalación sea más sencilla y el efecto visual más bonito.
Esmaltadas o no esmaltadas
Entre las esmaltadas encontramos las de acabado pulido, semi-pulido y mate. Este tipo de baldosas pueden ser de masa simple o de doble carga. Las no esmaltadas suelen usarse más en masa simple, teniendo en cuenta que el esmalte es el que acabará de aportar la resistencia al desgaste de la pieza.
Esperamos que estas líneas te vengan bien para entender un poco más qué es el porcelanato, de qué se trata y qué tener en cuenta a la hora de escoger el revestimiento para tus pisos... Nos encantaría leerte en los comentarios. ¡Gracias por seguirnos!
Deja una respuesta