Un riachuelo artificial en el jardín
Para todos aquellos que cuentan con un amplio jardín y que además han soñado siempre con hermosos estanques de agua, hoy os ofrecemos una alternativa, un riachuelo artificial; y es que si nuestra parcela es lo suficientemente amplia, con pocas herramientas y trabajo duro, podremos crear un precioso río artificial que recorrerá nuestro jardín.
Junto a nuestro riachuelo podremos crear zonas de descanso realmente campestres. Lugares a la sombra de árboles y matorrales, rodeados de flores y naturaleza, y lo mejor de todo, sin salir de casa.
Para poder conseguir este riachuelo, necesitamos que el mismo nazca desde un punto elevado, más elevado que el resto de su recorrido. La idea es más simple de lo que imaginamos. Simplemente necesitamos un estanque de cabecera en el punto más alto.
Esta parte servirá de manantial. Después, debemos trazar un recorrido, siempre descendiente, hasta llegar a un segundo estanque, el colector. Este segundo estanque estará construido en la parte más baja del jardín, e irá acompañado de una bomba que devolverá el agua al estanque superior a través de una manguera que enterraremos para que no se vea.
Si no nos vemos capaces de realizar este trabajo nosotros solos, quizá podamos contactar con algún profesional. Pero en la red encontraremos un sinfín de tutoriales que podrían ayudarnos a realizar esta obra por nosotros solos.
No nos olvidemos de detalles tan importantes como las típicas piedras de río, rocas más grandes así como la vegetación acuática, que darán mucha más autenticidad a este riachuelo artificial. Podemos inspirarnos en los ríos naturales para poder llenar de color este pequeño paraíso en nuestro propio jardín.
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